La sociedad no tiene interiorizada la idea de "alcohol como droga", por lo que el consumo de éste a los 14-15 años no resulta excesivamente alarmante, a pesar de la gravedad del hecho. Son muchos los casos en los que el consumo de alcohol viene de la mano con el del tabaco (el cual, a pesar de sus letales consecuencias, tampoco es popularmente considerado una droga).
Legalmente, tanto el alcohol como el tabaco son consideradas "drogas legales". Personalmente me resulta irónico el hecho de que el término droga pueda ir seguido de la palabra "legal". ¿Cómo una sustancia cuyo consumo resulta nocivo, tremendamente dañino para nuestro cuerpo y en ocasiones mortal, puede ser considerada algo legal? Ambas provocan adicción (sobre todo el tabaco, debido a que la dependencia se produce de forma mucho más inmediata al inicio del consumo), daños cerebrales y funcionales, etc.
Suele ser habitual que los jóvenes se inicien en el consumo por puro roll o moda, o simplemente por no desentonar en lo que hoy en día es considerado una conducta normal entre los jóvenes. De este modo, los adolescentes van "pasando de nivel" en lo que a drogas se refiere. El consumo raramente se queda en la legalidad. Normalmente, el siguiente paso es la marihuana o el hachís, consumidos como porros.
Numerosos estudios avalan que el consumo de porros antes de los 16 años causa cambios en el cerebro que derivan en la pérdida de capacidades cognitivas. Se demostró también que es esta exposición temprana la que más impacto tiene en nuestro cerebro, además de aumentar el riesgo de padecer enfermedades mentales (como por ejemplo la esquizofrenia) y dificultades para mostrar una buena cognición. Esto es debido a que todo cerebro en desarrollo es vulnerable ante cualquier factor lo suficientemente intenso.
Al hablar con adolescentes consumidores de cannabis, es habitual escuchar comentarios del tipo "yo controlo", "se lo que hago", "todos lo hacen", "yo me quedo en los porros, no voy a pasar a más", etc. Una mentira como otra cualquiera.
La mayor parte de jóvenes que consume viven con la sensación de autocontrol, de que ellos nunca tendrán problemas con las drogas y que, por supuesto, nunca caerán en el consumo de drogas más fuertes.
Es destacable el hecho de que fumar porros en la etapa adolescente estáligado a problemas como el fracaso escolar, la dificultad para mantener una relación sentimental (debido a la falta de control sentimental), etc.
Así, es hora de replantearse la legalidad de ciertas sustancias, como el alcohol o el tabaco ya que, además de provocar daños en nuestro organismo, son la puerta al consumo de muchas otras drogas ilegales.

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