La nueva moda consiste en verter alcohol en hielo seco e inhalar su característico humo, o vaporizar alcohol con remedios caseros o en el nuevo invento que ya ha tenido lugar. Se llama Vaportini y se comercializa desde 2009, por 50$.


Esta novedad ha sido popularizada por adolescentes y por personas que quieran bajar de peso, puesto que consumen alcohol sin adquirir las calorías que conlleva su consumo oral.
El riesgo comienza en que, al fumarlo, este pasa directamente de los pulmones al cerebro. Además, cuando se consume alcohol por vía oral, pasa por el estómago y al metabolizarlo su efecto disminuye.
Si a esto último se le suma que con este método es mucho más difícil saber cuánto alcohol se ha consumido, puesto que dos caladas pueden equivaler a un copa.
Por otro lado, cuando comienza a haber una sobredosis de alcohol ingerido, comienza con vómitos lo cual advierte de que el consumo ha sido excesivo. En este caso, al no pasar por el estómago, no se producen estos. Por lo cual es más fácil llegar a tener una sobredosis.
Y, por supuesto, el gran daño que debe de realizar en los pulmones, ya que es una sustancia líquida lo que pasa por estos aunque momentaneamente esté vaporizada.
Si ya noticias anteriores acerca de consumos alternativos de alcohol nos habían sorprendido, esta novedad directamente me ha hecho cuestionarme qué ocurre en la mente de algunas personas. Es decir, ¿la gente no es consciente del los riesgos que corren con estas novedades tan ridículas? Será no piensan en su salud, o directamente, que les de igual esta misma.
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