jueves, 23 de junio de 2016

KROKODIL


La droga conocida como Krokodil o Desomorfina es un opiáceo sintetizado en 1932 derivado de la morfina, que tiene poderes sedantes y analgésicos.
Su nombre está deivado de un juego de palabras de su componente "clorocodida" y uno de sus efectos que es la piel escamosa de sus consumidores habituales.
Esta droga tiene un efecto similar a la heroína, más barato, de menor duración (por lo cual en consumo se realiza más habitualmente) y más tóxica. Sus consumidores no viven más de 3 años.
Su síntesis se realiza de forma "casera" a partir de codeína, yodo y fósforo rojo como componentes principales pero también pueden aparecer: disolvente de pintura, ácido clorhídrico, gasolina, líquidos encendedores...
Entre sus efectos se encuentra el daño a los tejidos, flebitis, gangrena, osteomielitis, necrosis, caída de dientes, daño cerebral grave, tétanos, intoxicación de sangre, úlceras y rotura de vasos sanguíneos.
Este narcótico se hizo popular en Rusia y en Ucrania entre la gente de baja clase social y la pobreza, puesto que es una droga barata sintetizada por los propios consumidores y muy tóxica, pero esto es indiferente ante una persona adicta.

AYAHUASCA






La Ayahuasca o también conocida como "La droga de la selva", es un narcótico utilizado por los pueblos indígenas amazónicos en ceremonias y ritos de curación.
Llamado "Natum" por estos pueblos indígenas, su efecto dura entre 4 y 8 horas después de su consumo donde tienen lugar visiones, cambios en las emociones y catarsis (por o cual se habla de su efecto sanador).
La composición de esta bebida es principalmente la Banisteriopsis coapi (obtenida de plantas o lianas), mezclado con Psychotria viridis, Diploptery cabrerana o Mimosa hostilis. Estas sustancias contienen la molécula dimetiltriptamina, la cual esta presente también en organismo humano como neurotransmisor.
Tiene relevancia en los aspectos psiquiátricos puesto que se ha demostrado su buen efecto sobre la depresión, ansiedad, problemas de personalidad y esquizofrenia. Sin embargo presenta una serie de efectos a corto y largo plazo: náuseas y vómitos, alucinaciones, temblores, letargia, paranoia, psicosis, esquizofrenia en personas con predisposición genética, depresión, ansiedad, ataques de pánico y pensamientos suicidas.

LA NUEVA MODA: FUMAR ALCOHOL.


La nueva moda consiste en verter alcohol en hielo seco e inhalar su característico humo, o vaporizar alcohol con remedios caseros o en el nuevo invento que ya ha tenido lugar. Se llama Vaportini y se comercializa desde 2009, por 50$.

Esta novedad ha sido popularizada por adolescentes y por personas que quieran bajar de peso, puesto que consumen alcohol sin adquirir las calorías que conlleva su consumo oral.
El riesgo comienza en que, al fumarlo, este pasa directamente de los pulmones al cerebro. Además, cuando se consume alcohol por vía oral, pasa por el estómago y al metabolizarlo su efecto disminuye.
Si a esto último se le suma que con este método es mucho más difícil saber cuánto alcohol se ha consumido, puesto que dos caladas pueden equivaler a un copa.
Por otro lado, cuando comienza a haber una sobredosis de alcohol ingerido, comienza con vómitos lo cual advierte de que el consumo ha sido excesivo. En este caso, al no pasar por el estómago, no se producen estos. Por lo cual es más fácil llegar a tener una sobredosis.
Y, por supuesto, el gran daño que debe de realizar en los pulmones, ya que es una sustancia líquida lo que pasa por estos aunque momentaneamente esté vaporizada.
Si ya noticias anteriores acerca de consumos alternativos de alcohol nos habían sorprendido, esta novedad directamente me ha hecho cuestionarme qué ocurre en la mente de algunas personas. Es decir, ¿la gente no es consciente del los riesgos que corren con estas novedades tan ridículas? Será no piensan en su salud, o directamente, que les de igual esta misma.

domingo, 19 de junio de 2016

SEGUNDA DROGA MÁS UTILIZADA: ANFETAMINA.



Según la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, la segunda droga más utilizada, siguiendo al cannabis, es la anfetamina.
Sintetizada por primera vez en 1887, la anfetamina es una droga estimulante del sistema nervioso central, gracias a su actuación sobre neurotransmisores como la dopamina, adrenalina o noradrenalina.
Actúa aumentando la liberación de neurotransmisores como los anteriormente citados y realizando un bloqueo de la recaptación. De esta forma se aumenta la cantidad de neurotransmisor en el espacio sináptico.
Los efectos que produce abarcan la euforia, mejora del rendimiento intelectual (y de ahí su extendido uso en personas implicadas en cuestiones académicas), energía (también utilizada para aguantar una jornada laboral), alerta, estimulación y disminución del sueño y hambre.
Por otro lado, esta droga causa dependencia y tolerancia. Esto último significa que tras su consumo repetido se deberá de aumentar la dosis para recibir el mismo efecto.
Además de los efectos mencionados, tiene un grandes consecuencias nocivas para el organismo.
Sobre el sistema cardiovascular pueden producir: ataraxia, isquemia cardíaca, hipertensión arterial o hipotensión arterial, arritmias, hipertensión pulmonar, taquicardia, convulsiones o vértigo.
Respecto al sistema digestivo: vómitos y náuseas, pérdida de peso o íleo pancreático. Además de que puede afectar gravemente al hígado produciendo hepatitis o necrosis del mismo.
Y también desencadenan diversos efectos psicológicos como irritabilidad, ideas delirantes (paranoia y alucinaciones), disforia, confusión, insomnio, agresividad o ansiedad.
Por último, los efectos que producen la muerte inmediata  por consumición de esta droga son la trombosis, hemorragia e infarto cerebral.
Sin embargo, se reconoce legalmente su uso terapéutico para tratar la narcolepsia y el déficit de atención infantil.
En cuanto al consumo simultáneo de anfetaminas con otras drogas puede aumentar su efecto como produce junto al alcohol, el bicarbonato de sodio y acetazalamida.

viernes, 17 de junio de 2016

MARIHUANA MEDICINAL.



El cannabis es una droga psicotrópica, es decir, que afecta a las funciones psíquicas puesto que ejerce su efecto sobre el sistema nervioso. Esto se debe a sus compuestos psicoactivos: tetrahidrocannabinol (THC), cannabinoides, tetrahidrocannabivarina (THCV) entre otros.
Si bien su uso en todo el mundo es muy desigual, principalmente influido por su legalidad o ausencia de esta. Pero en lo que respecta al uso medicinal países como Canadá, Chile o Bangladesh lo permiten.
Existe una controversia en ello, la utilización de esta droga para paliar síntomas y signos ante algunas patologías.
Primeramente porque esta droga tiene una larga lista de efectos secundarios nocivos para el organismo (como cualquier otro estupefaciente). Ya que puede producir psicosis, ansiedad, pérdida de memoria, impotencia, depresión, apatía, problemas para mantener la atención y puede dar lugar a distintas enfermedades mentales como la esquizofrenia, como ya han demostrado distintos estudios.
Sin embargo, en lo que respecta a enfermedades como el cáncer, SIDA, esclerosis múltiple, epilepsia o dolor crónico grave puede beneficiar en gran medida. Se debe a que alivian el dolor, reducen las náuseas y vómitos (principal uso medicinal en pacientes con quimioterapia como tratamiento del cáncer), y aumenta el apetito: beneficia a los pacientes que padecen enfermedades en las que se sufre una disminución de peso grave, como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida o ciertos casos de cáncer.
Por lo tanto, la opinión acerca del uso de marihuana medicinal llega a ser relativa, cierto es que existen otros tratamientos para combatir estos síntomas pero, ¿tan diferentes son los efectos secundarios entre ambas? Por otra parte, los efectos a largo plazo de esta droga en pacientes terminales o con un gran dolor que dificulta la propia existencia, serán mínimos comparados con el beneficio que podrían suponer. Además de ser una droga considerada natural y ,posiblemente, con menos efectos tóxicos sobre el organismo respecto a otras.
En conclusión, la ilegalidad de la marihuana se vuelve cuestionable en lo que respecta al tratamiento de distintas enfermedades. Aunque para ello deban solucionarse distintos asuntos legales en lo que respecta a la multitud de países.

domingo, 17 de enero de 2016

¿CÓMO SE JUSTIFICA EL CONSUMO?: LAS DROGAS Y SUS MITOS.

Los "cuentos chinos" de las drogas

Suele ser habitual que los consumidores de cualquier tipo de droga respalden su consumo en alguno de los mitos existentes que le restan importancia o minimizan los importantes y nocivos efectos de este tipo de sustancias.
De este modo, en función del tipo de droga y las consecuencias que su consumo acarree, conocemos diferentes "frases comodín" que están habitualmente en boca de aquellos que viven condicionados por las drogas. Aprovechamos para recordar que toda droga viene de la mano de una adicción, y que ésta última puede darse en diferentes grados pero SIEMPRE provoca un control absoluto sobre nuestras vidas.
En el caso de los fumadores, la dependencia es debida a la presencia de la nicotina en los cigarrillos. Así, dichos consumidores suelen justificar su actitud diciendo cosas del tipo "fumarme un cigarro me relaja". Esta afirmación es del todo falsa, debido a que el tabaco es una droga estimulante, lo que elimina cualquier tipo de propiedad relajante. Con todo, sí es cierta la existencia de una sensación de alivio al consumir un cigarro. Ésto es consecuencia de la supresión de los síntomas derivados de la abstinencia producidos por la falta de nicotina en nuestro cerebro. Otra de las frases recurrentes son las del tipo "puedo dejar de fumar cuando quiera, no estoy enganchado/a". Así, resulta sumamente complicado y se necesita un gran esfuerzo y fuerza de voluntad para dejar el tabaco.
Otra de las drogas más habituales y consumidas en nuestro país es el alcohol. Aquellos que realizan un consumo de esta sustancia, intentan buscarle el lado bueno exponiendo que "el alcohol te hace más sociable y divertido". Cuando el consumo de alcohol se vuelve abusivo, esta sustancia hace perder el control sobre las emociones y los sentimientos. De todos modos, cabe decir que a lo largo de los primeros minutos tras haber ingerido alcohol, es notable una sensación de aparente bienestar y alegría. Del mismo modo, a medida que el nivel de alcohol ingerido aumenta, las sensaciones se vuelven completamente contrarias. Es entonces cuando aparece la fatiga, el sueño, la tristeza, así como la pérdida de la coorfinación, del equilibrio, etc.
Otra de las drogas consumidas de manera generalizada y poco preocupante (sobre todo entre los jóvenes) es el cannabis. Así, no es extraño ver como los consumidores muestran un extraño convencimiento del autocontrol que poseen en cuánto al consumo que realizan. "Yo controlo", "no estoy enganchado/a", "fumo poco" o "lo dejo cuando quiera" son algunas de las muchas justificaciones utilizadas. Lo realmente preocupante del consumo de cannabis es, además de la adicción y consecuencias tanto físicas como psicológicas que acarre, el paso que da al inicio en el consumo de otras drogas como la cocaína o la heroína. Esto es debido a que cuando el consumo de cannabis es prolongado y abundante, resulta habitual que los consumidores no noten sus efectos, se disminuya el efecto placevo y, por tanto, busquen recuperarlo a través del consumo de otras sustancias.
Por último, ya que hemos abierto el tema de la cocaína, es importante destacar que esas creencias de "la cocaína te ayuda a aguantar toda una noche de fiesta", "su consumo es fácil de controlar" o "no engancha" son totalmente falsas. De hecho, la cocaína es una de las drogas con mayor capacidad para generar adicción en nuestro organismo.
Por todo esto, resulta ridículo creer que afirmaciones como las anteriormente citadas guardan algo de verdad. No hay NADA positivo en el consumo de cualquier tipo de droga.

lunes, 11 de enero de 2016

EMBARAZO Y DROGAS: LA COMBINACIÓN MÁS TEMERARIA.

Resulta de vital importancia que una mujer embarazada se muestre informada, concienciada y sensibilizada sobre las fatales consecuencias que puede desencadenar el consumo de cualquier tipo de droga a lo largo del embarazo en su bebé.
La raíz del problema está en que cuando una mujer embarazada consume drogas está provocando que el feto comience a sentir los efectos de dicha sustancia puesto que, como es sabido, existe una conexión directa entre la madre y el bebé, lo que provoca el riesgo de que el feto genere dependencia. Así, las drogas más habituales como son la marihuana, el tabaco, el alcohol, la cocaína y la heroína provocan una serie de importantes consecuencias en el desarrollo del bebé, tanto físicas como psicológicas.
Alguna de estas consecuencias son la escasez de oxígeno y nutrientes que llegan al embrión (ésto puede desembocar en un cuerpo más pequeño de lo habitual a la hora del nacimiento, incluso un cerebro de menor tamaño a lo normal). El consumo de drogas, además, aumenta notablemente el riesgo de sufrir un aborto.
Una vez nacido, es habitual que el bebé sufra un desarrollo alterado, con trastornos de coordinación motora, hiperactividad, ligero retraso mental, problema de relación y autocontrol, fallos cardíacos, malformaciones, entre otras cosas.
Así, ser madre implica una tremenda responsabilidad, desde el momento del inicio del embarazo. La madre es la responsable de cuidar y velar por el mantenimiento de la salud de su hijo, para que pueda aspirar a un desarrollo pleno y saludable, sin ningún tipo de dependencia a estas sustancias cuyo consumo, evidentemente, no ha sido elección del embrión.